El Arte de la prudencia resume en trescientas frases una buena parte de la sabiduría práctica que permite triunfar en un mundo cada vez más competitivo y hostil. Su brevedad y su modernísima organización en fragmentos independientes no sólo favorecen una lectura casi permanente (si así se desea), la que resulta de frecuentar los pasajes preferidos o la que busca una respuesta rápida para una cuestión que no admite más retrasos, sino que convierten al libro en la lectura óptima para cualquier momento o lugar. El Arte de la prudencia quiere abarcar, con sólo trescientos aforismos comentados, las instrucciones, normas y explicaciones de la conducta humana. Es una suerte de universo en papel. La obra aspira a proporcionar una cuidadosa guía de los resultados de los actos propios y de los ajenos. De forma abreviada, de manera muy sugerente, con la participación del lector, el Arte de la prudencia enseña que no existe un solo camino para la prudencia o para el éxito. Sus textos, leídos de la manera que el lector prefiera (tal y como aparecen, en orden inverso, al azar, etc.), constituyen un consejero inagotable, siempre el mismo y siempre distinto ya que el lector es quien decide el camino que se debe llevar.Este libro que Baltasar Gracián (1601-1658) publicó hace más de trescientos años goza de plena vigencia, por su enfoque práctico y por su atención a lo concreto. No es extraño que haya encontrado una excepcional acogida entre los lectores contemporáneos, como lo demuestra el éxito de sus numerosas ediciones en diversos países.