«Fue notable el año 1866 por un acontecimiento singular, que nadie habrá indudablemente olvidado. Prescindiendo de los rumores que agitaban las poblaciones de los puertos y sobreexcitaban el ánimo público en el interior de los continentes, conmovióse especialmente la gente de mar. Los negociantes, armadores (...) de ambos continentes se preocuparon en alto grado del hecho a que nos referimos.»