Siete relatos de plena madurez, de la etapa en la que Macondo abrió a su autor las puertas del realismo mágico.Este libro excepcional reúne la novela corta que le otorga su título yotros seis relatos más, de los que todos menos uno pertenecen a la etapade plena madurez del autor. Fueron los años en los que Macondo le abriólas puertas del realismo mágico: la frase se hace más larga y caudalosa,la realidad se expresa mediante fórmulas mágicas y legendarias, losmilagros se insertan en la vida cotidiana. La cándida Eréndira y su abuela desalmada personifican la inocencia y la maldad, el amor y su perversión, y el relato recuerda al mismo tiempo a las gestasmedievales y a los cantos provenzales o trovadorescos, aunque, comosiempre, inmersos en ese mundo denso y frutal del Caribe americano.Estas siete narraciones no son ejercicios para conservar un estilo, nimuchísimo menos, sino siete exploraciones en el mundo definitivo que el escritor había conquistado de una vez por todas.«Eréndira estaba bañando a la abuela cuando empezó el viento de sudesgracia. La enorme mansión de argamasa lunar, extraviada enlasoledad del desierto, se estremeció hasta los estribos con la primeraembestida. Pero Eréndira y la abuela estaban hechas a losriesgos deaquella naturaleza desatinada, y apenas si notaron el calibre del vientoen el baño adornado de pavorreales repetidos ymosaicos pueriles de termas romanas.»El escritor Juan García Hortelano ha dicho...«García Márquez es ese ejemplo realmente espléndido de la literatura quegusta mucho a mucha gente, lo cual es muy poco frecuente.»