La crisis del sistema financiero ha comportado el nacimiento de una nueva clase social: el Precariado. Una tipología que se define por la inconsistencia y debilidad de los mecanismos que garantizan su subsistencia. El precario vive, gracias a las políticas de austeridad y al desmantelamiento del estado del bienestar, a un paso de la exclusión social y el abismo de la pobreza.