Boruto ha sido nombrado guardaespaldas de Tentô, el hijo del señor feudal. Al principio, sus caprichos propios de un niño de papá lo sacaban de quicio, pero poco a poco va dejando de lado sus reticencias gracias a un juego de cartas y a un entrenamiento con el shuriken. ¡Sin embargo, alguien secuestra a Tentô y Boruto se dirige a rescatarlo él solo!