Dorothy vivía en Kansas con sus tíos. El día que llegó el huracán, la niña fue a buscar a Totó, su perrito, y no le dio tiempo a entrar en el sótano donde se habían refugiado sus tíos. Dorothy buscó cobijo en casa con Totó pero el viento era tan fuerte que, de pronto, la casa se despegó del suelo y se elevó.