La providencia hizo que España, una carismática señora de la jetset madrileña, y Lulú, una joven mexicana, se conocieran llorando solas una tarde en el Retiro. España sufría malgastando su energía y su amor en complacer a un marido que no la correspondía en absoluto. Lulú se esforzaba en comenzar una nueva vida tras el traumático y prematuro fallecimiento de su madre.