Todos sabemos que es importante seguir una alimentación saludable, pero cuando tenemos que cocinar para toda la familia y nos vence el cansancio después de una larga jornada laboral es fácil que caigamos en la trampa y acabemos tirando de platos precocinados. ¿El resultado? Que nuestra salud, y nuestro bolsillo, terminan resintiéndose.