Empezar el instituto no es fácil, pero Lira lo tiene todo planeado. El problema es que nada sale como espera: su mejor amiga no le habla y el primer día termina en el despacho del director. Pero para su sorpresa, es lo mejor que le podría haber pasado. Ahí conoce a Jimena, y Lira no duda en ayudarla a conseguir una nueva actividad extraescolar: un club de patinaje artístico que cambiará sus vidas.