Lucy celebra una fiesta en su lujosísima casa (en su «casoplón», como diría Junie B.) y ha invitado a todos los de su clase a buscar huevos de Pascua por el jardín. Pero hay un problema, y es que a Junie B. le toca disfrazarse de conejito en la fiesta y, con esos pies y esas manazas gigantes, ¡no consigue coger ni un solo huevo! Disfrazarse del conejito de Pascua ha sido una idea mala-malísima ¿O quizá no tanto?