España ha cambiado muy positivamente en los últimos cuarenta años: vamos camino de ser los que más vivimos, y con una excelente calidad de vida, tenemos un idioma común que hablan 600 millones de personas, una extraordinaria sanidad pública universal y gratuita, una gastronomía única, somos una potencia turística mundial, estamos dotados de unas magníficas infraestructuras, nos encontramos entre los más solidarios del mundo, nuestra transición democrática fue ejemplar… Sin embargo, ¿qué pasa? ¿Por qué somos tan autodestructivos? ¿Por qué tenemos tan mala opinión de nosotros mismos? Ahí están el problema catalán, la corrupción, la escasa credibilidad de los políticos, la lacra de las casas de apuestas o el drama de la despoblación rural.