«Ética para Amador nunca fue un recetario de soluciones ―hay que hacer esto, no hay que hacer aquello― sino una invitación. ¿A qué? A reflexionar. ¿Sobre qué? Sobre la orientación que podemos dar a nuestra vida. Porque la ética consiste en intentar vivir a propósito, de un modo deliberado y consciente.»