Ariana, una niña gitana de diez años, aparece muerta en el canal, en posesión de un reloj de hombre y un anillo de boda. Para investigar el caso, Brunetti se infiltra en la comunidad gitana que vive acampada en las afueras de Venecia. Pero los niños romaníes enviados a robar a las ricas casas venecianas no existen oficialmente, y Brunetti deberá enfrentarse a obstáculos muy poderosos: la hipocresía y los prejuicios.