No tod@s tenemos útero, pero tod@s hemos vivido en uno.Más de 200.000 seguidores en las redes.Hay muchas maneras de ser madre y otras tantas de ser hija, así que dime cómo quieres a tu madre y te diré quién eres.Decidida a descubrir de una vez por todas su identidad, Lola Vendettaregresa dispuesta a cortar por lo sano, con la ayuda de su catana, elcordón umbilical y a emprender por su cuenta el camino de la reEvolución Femenina.La crítica dijo sobre Lola Vendetta. Más vale Lola que mal acompañada...«Leer Más vale Lola que mal acompañada es liberador. Porque aunquepara algunos lectores quisquillosos su mensaje resulte demasiadointenso, lo cierto es que alguien tenía que sacarse la catana. Alguien tenía que decirlo.»Luna Miguel, Playground«Lola Vendetta, [...] protagoniza una de las más feroces, desinhibidas yfelices sátiras gráficas feministas que he leído (y visto)últimamente.Y todo ello sin pizca de compunción y con grandes dosis de liberadordesparpajo. Y, encima, reivindicando la autosuficiencia, el vibrador ylos pelos en las axilas, como debe ser. Si quieren descubrir a unadibujante con muchas cosas que decir (y pintar) y sin pelos (en la lengua), no se la pierdan.»Manuel Rodríguez Rivero, Babelia (El País)«Un libro de ilustraciones marcadamente feministas que ha traído más deun quebradero de cabeza a su autora. Lola Vendetta es una chavala que,cuando escucha comentarios como Calladita estás más guapa , Todas lasmujeres sois iguales o Se nota que te ha bajado la regla , saca la catana y degüella a su interlocutor.»Álvaro Colomer, El Mundo«Lola Vendetta, es joven, acaba de salir de una relación y se enfrenta asu entorno, a su cuerpo, a la sociedad... En fin, ¿qué os vamos a explicar? Súper recomendable debut de Raquel Riba Rossy.»Territori Clandestí (Ràdio 4)«Sus viñetas, provocadoras y contundentes, reflejan conflictos depareja, frustraciones sexuales, machismos encubiertos y situaciones delirantes.»Pilar Vera«Aunque Lola afronta asuntos peliagudos como la violencia psicológica enel seno de la pareja, el acoso y las frustraciones sexuales o los rolessociales y culturales que se atribuyen a la mujer lo hace siempre desdeel humor y la risa, porque, como afirma la misma autora, el feminismo no se sufre, se disfruta .»Sergio Andreu, EFE