En 2098, un agente sueco especializado en ciencias del comportamiento trabaja evaluando a las premikas (androides de lujo con inteligencia artificial y apariencia de mujer diseñadas para satisfacer el deseo sexual de sus dueños) y valorando si se han vuelto demasiado «humanas». Una de ellas, Angèle, perteneciente al poderoso Théodore Désilets, parece haber adquirido sentido del humor a pesar de la baja cota de sintiencia que se le presuponía. Lo que el agente descubre, y lo que en este libro se expone, es una reflexión fundamental sobre la naturaleza profunda de la existencia.