Anna tiene que posar para su retrato oficial como reina de Arendelle, pero las obligaciones reales no dejan de interrumpirla. Kai, Mattias, Gerda… todo el mundo requiere su presencia. ¡Pintar este retrato se está convirtiendo en todo un reto! Por suerte, el hijo del pintor real tiene una idea para inmortalizar el momento de una manera más eficiente.