Luis Álvarez Duarte (1949-2019) se dio a conocer como un niño prodigio de la imaginería, al tallar con sólo 12 años la Virgen de los Dolores, de San José Obrero. La Virgen de Guadalupe, que empezó cuando tenía 15 años, le catapultó a la fama. Su leyenda se agrandó con el Cristo de la Sed y otras imágenes para ciudades andaluzas. La consagración definitiva le llegó en 1973 con la Virgen del Patrocinio, que talló tras el incendio del templo del Cachorro. Sus imágenes están presentes en toda Andalucía y gran parte de España. En América tiene tallas como la Macarena de Nueva York, o el Cristo de los Futbolistas de Buenos Aires. Su obra profana está repartida por España y diversos países de Europa y América. Alvarez Duarte, el niño imaginero es la biografía definitiva del mejor exponente del arte religioso en la Andalucía de finales del siglo xx y principios del siglo xxi. Y es también una mirada personal al esfuerzo, los proyectos y los sueños del niño y del hombre, en su lucha por ser artista.