El escritor vuelve a convertirse en personaje de novela, en una nueva aventura cargada de emoción, junto al cascarrabias de Hawthorne.«No deberías estar aquí. Es muy tarde...»Estas fueron las últimas palabras que registró el teléfono móvil de Richard Pryce, un prestigioso abogado especializado en divorcios, antes de ser golpeado hasta la muerte con una botella de Chateau Lafite del año 1928, valorada en más de 3.000 libras esterlinas.Lo más curioso del caso es que Richard Pryce ni siquiera era un buen bebedor. ¿Qué hacía ahí la botella, entonces? ¿Y por qué esas últimas palabras grabadas en la memoria de su teléfono? La polícia tampoco sabe interpretar los tres dígitos pintados en la pared, y los sospechosos para matar a Richard Pryce son numerosos.Daniel Hawthorne asume la investigación con la ayuda de Anthony Horowitz, otra vez en el papel de Watson de un Holmes moderno. Conforme ambos personajes se adentran en la oscura madeja del crimen, Horowitz se dará cuenta de que su compañero tiene secretos inconfesables, que quiere mantener lejos de la luz a toda costa. Algunos de ellos quizá deban verla, pese a que eso ponga en juego la vida del autor.«Un auténtico rompecabezas policiaco a cuyo éxito contribuyen de forma proporcional tradición, realidad y metaliteratura.» Marina Sanmartín, ABC