Con la aparición del diario que Rudolf Hess llevó en prisión mientras ayudaba a Adolf Hitler a redactar ".Mi lucha"., ha salido a la luz uno de los documentos más asombrosos sobre la historia del nazismo. Oculto durante noventa años y rodeado de un secreto casi inexpugnable, este Diario de Landsberg expone a Hess como un testigo privilegiado, en su rol de secretario del Führer, del modo en que esa visión del mundo que desembocaría en la catástrofe del Tercer Reich y el exterminio de millones de judíos fue plasmada en la escritura. En Su lucha, cuyo título indica cuánto le debe su diario al libro de Hitler, Hess toma nota de su trabajo como mecanógrafo y de la cotidianidad con su líder y de todo lo que el Führer planeaba ya en 1924, varios años antes de su llegada al poder.