Ya conocíamos la infancia y juventud de Frank McCourt en esos clásicos de la literatura contemporánea que son Las cenizas de Ángela y Lo es. En esta obra nos relata los treinta años en los que ejerció de docente en algunas de las zonas más conflictivas de Nueva York. Tratando de acercar dos mundos a veces irremediablemente separados, el de la escuela y el del entorno de los chicos más desfavorecidos, Frank McCourt puso todo su empeño en aportar esperanza en unas vidas abocadas a la marginalidad.