Adicto al dinero, los coches y el sexo, experto en la ocultación y el disfraz y con un largo historial delictivo, el autor narra las vicisitudes en torno a su delito más mediático: el robo de casi una veintena de cuadros (Goya, Brueghel, Sorolla ) a una conocida aristócrata madrileña. Durante su estancia en la cárcel escribió Por amor al arte, libro en el que plasma de manera frenética cómo, cuándo y con quién planeó la extracción del botín.