«El sistema político estadounidense —que incluye a todos, desde los votantes a los periodistas y al presidente— está lleno de actores racionales que toman decisiones racionales en función de los incentivos a los que se enfrentan», escribe el analista político Ezra Klein. «Somos una colección de partes funcionales cuyos esfuerzos se combinan en un todo disfuncional». En este libro, Klein revela las fuerzas estructurales y psicológicas detrás del descenso de Estados Unidos a la división y la disfunción generalizada y propone un marco claro para comprender todo, desde el ascenso de Trump hasta el giro hacia la izquierda del Partido Demócrata y la politización de la cultura cotidiana. Estados Unidos está polarizado, sobre todo, por la identidad. Todos los participantes en la política estadounidense están involucrados en algún nivel en políticas de identidad. Durante los últimos cincuenta años, las identidades partidistas se han fusionado con las identidades raciales, religiosas, geográficas, ideológicas y culturales, y estas fusiones han alcanzado un peso que influye demasiado en la política estadounidense y rompe los lazos que lo mantienen unido. Klein expone cómo y por qué la política estadounidense se ha polarizado en torno a la identidad en el siglo xx y lo que esa polarización ha provocado en la forma en que vemos el mundo y a nosotros mismos. Pero también rastrea los circuitos de retroalimentación entre ciertas identidades e instituciones políticas polarizadas que están conduciendo nuestro sistema hacia la crisis.