En la personalidad política de Pedro Sánchez convergen signos y rasgos que sugieren un síndrome narcisista, que influye y condiciona su particular estilo de gobernanza. Si bien el narcisismo en su medida adecuada puede fortalecer la autoestima personal, en exceso puede tornarse perjudicial. El autor de este ensayo sostiene que la personalidad del presidente Sánchez está estrechamente ligada al fenómeno del socialpopulismo que actualmente define el panorama político español, caracterizado por una polarización política promovida desde el gobierno. En el socialpopulismo, la voluntad del líder se erige como la única fuente de legitimidad, sin estar sujeta ni a la ley ni al interés general. El entramado político concebido por Pedro Sánchez y su círculo cercano constituye un artefacto políticamente eficaz pero democráticamente perjudicial. Este ensayo busca indagar en las causas y motivos que han llevado a la involución democrática del peculiar Gobierno de España. El uso del «escudo social» como encubrimiento de políticas clientelistas y populistas es el núcleo del socialpopulismo, cuyo principal propósito es la perpetuación en el poder. La evitación de la alternancia política es la meta de este régimen, empleando como principal estrategia la creación de un enemigo (denominado «la fachosfera») desprovisto de virtudes y marcado por su ilegitimidad original, basada en una falsa narrativa histórica sobre la transición política de España. Luis Haranburu Altuna sostiene, en estas páginas, que el actual deterioro democrático de España está estrechamente vinculado a la personalidad de su presidente: una personalidad narcisista con un evidente sesgo autocrático.