Quino con cada uno de sus libros, lleva ya muchos años demostrándonosque los niños son los depositarios de la sabiduría.Lo malo para el mundo es que a medida que crecen van perdiendo el uso dela razón, se les olvida en la escuela lo que sabían al nacer, se casansin amor, trabajan por dinero, se cepillan los dientes, se cortan lasuñas, y al final -convertidos en adultos miserables- no se ahogan en un vaso de agua sino en un plato de sopa.Comprobar esto en cada libro de Quino es lo que más se parece a la felicidad: la quinoterapia