Un movimiento mundial desafía el culto a la velocidad Vivimos en la era de la velocidad. El mundo se mueve con más rapidez que nunca. Nos esforzamos por hacer las cosas más deprisa para ser más eficientes, pero pagamos un precio muy alto por someternos a un ritmo de vida vertiginoso y descontrolado. Carl Honoré propone una revolución moderna, apoyada en la filosofía de la lentitud, gracias a la cual las personas descubrirán la energía y la eficiencia necesarias para la vida cotidiana. Elogio de la lentitud es la primera mirada de gran alcance a los movimientos defensores de la lentitud que se abren paso en oficinas, fábricas, barrios, hospitales, salas de concierto, gimnasios y escuelas. Este manifiesto nos invita a replantearnos nuestra relación con el tiempo y nos recuerda que es posible vivir con más sosiego.