A la niña de esta historia la confunden constantemente con un niño. Mientras bebe un refresco, juega a hacer espuma con la pajita. Desgraciadamente derrama todo por la mesa. Oye suspirar a la camarera: 'definitivamente, los niños son unos revoltosos y desordenados'. ¡Pero si soy una niña! Una niña a la que le gusta ir a toda velocidad en su patinete, saltar a la piscina, tocar la trompeta, hacer ruido y brincar por todos lados. Una niña que adora tanto jugar con muñecas como hacer una carrera y ganarla. Es una niña, ¡y que nadie le diga lo contrario! ¡Soy una niña! celebra quiénes somos de una manera divertida y animada. ¿Por qué el color rosa tiene que ser para las niñas y el azul para los niños?