Ahora que Lola Pimienta es una detective experimentada, solo desea una cosa: tener un nuevo caso. Y si es complicado, mejor. Muy pronto, cuando Lola y sus amigas deciden ir a pasar la tarde a la feria y empiezan a desaparecer monederos, móviles y otros objetos valiosos, tropezarán con lo que están buscando: con un ladrón escurridizo que nadie logra ver. Pero nada escapa a las dotes detectivescas de Lola y su pandilla, ni al infalible olfato de Caramelito, su perro rastreador, que las lleva directamente al castillo embrujado...