«Siempre me gustó viajar, descubrir, averiguar, perderme, ilusionarme y cumplir sueños. De todas esas experiencias viajando aprendí muchísimas cosas. Entre ellas, que el mundo está lleno de personas buenas y que viajar te permite entrar en contacto con la fluidez de la vida y revalorizar el presente, porque, cuando recorres el mundo, te das cuenta de lo insignificantes que llegan a ser tus problemas personales y cómo el mero hecho de abandonar tu zona de confort expande el instinto, los recursos y la confianza en uno mismo.