España ha cambiado muy positivamente en los últimos 40 años. Por más que haya recalcitrantes para quienes cualquier tiempo pasado fue mejor, la realidad es justo la contraria: vamos camino de ser los que más vivimos, y con una excelente calidad de vida, tenemos un idioma común que hablan 600 millones de personas, una extraordinaria sanidad pública universal y gratuita, una gastronomía única, somos una potencia turística mundial, estamos dotados de unas magníficas infraestructuras, nos encontramos entre los más solidarios del mundo, nuestra transición democrática fue ejemplar, sin embargo, ¿qué pasa? ¿Por qué somos tan cainitas, tan autodestructivos? ¿Por qué tenemos tan mala opinión de nosotros mismos? Ahí están el problema catalán, la corrupción, la escasa credibilidad de los políticos, la lacra de las casas de apuestas o el drama de la despoblación rural.
Miguel Ángel Revilla analiza todos estos temas en ¿Por qué no nos queremos? y lo hace como siempre, sin morderse la lengua y poniendo nombres y apellidos, pese a quien pese, porque «a mis setenta y siete años paso de casi todo, salvo de la necesidad de estar tranquilo con mi conciencia».