El autor sostiene la teoría de que la combinación de la práctica convencional de la medicina con una metodología natural, potenciadora de las capacidades del cuerpo y la mente, incide positivamente en el tratamiento y la superación del cáncer. Además, David Servan-Schreiber relata en estas páginas el fruto de su experiencia (él mismo fue víctima de la enfermedad), algo que contribuye decisivamente a acercar el texto al lector.