Nadar y leer son dos cosas muy difíciles de aprender. Da mucho miedo meterse en la piscina cuando no se hace pie o abrir un libro lleno de palabras incomprensibles. Óscar necesita ayuda para divertirse en el agua y para leer un libro de mayores, pero llegará un día en el que los brazos y las piernas se moverán al ritmo adecuado y las frases, por fin, tendrán sentido.