Durante toda mi vida profesional como ginecóloga he escuchado cientos de testimonios en los que observo el daño que hace la falta de conexión con nuestros propios cuerpos. Y esto es algo que se da independientemente del nivel cultural o de la condición socioeconómica. La desposesión del cuerpo es un proceso invisible asentado en todo tipo de tabúes y que se da en todas las etapas de la sexualidad femenina. Se alimenta del miedo, la vergüenza, la culpa, la vulnerabilidad, el estigma, la desvalorización... En este libro hablaremos de sexualidad, de cómo vivimos el sufrimiento y la felicidad, el placer y el dolor, el amor y el miedo. Porque no es posible ser felices sin coherencia, y no es posible ser coherentes si no sabemos quiénes somos, qué hay en nuestra naturaleza, cuáles son nuestras creencias y limitaciones... con todas sus luces y sombras.