El médico protagonista de esta novela abandona la ciudad para trasladarse a Punta Albatros, una región costera aislada y agreste, azotada por los vientos y las mareas. Allí entrará en contacto con los seres que la habitan: el dueño del hostal, los ancianos de la residencia de la isla de Goz o un inquietante barquero dueño de dos perros feroces. Pero esta nueva vida es también un inevitable regreso a la memoria y a los afectos perdidos ─a su esposa, a su amante, a sus amigos, a su antiguo trabajo en el hospital─ y a todo aquello que ha dejado atrás.