Una mujer ha destrozado un escaparate como protesta ante la explotación del turismo sexual en países asiáticos… Cuando acude, el comisario Brunetti comprueba que la violenta manifestante es su esposa. Además de la crisis familiar, el comisario está presionado por sus jefes, ya que le exigen el esclarecimiento de un robo y una muerta que apuntan directamente a la Mafia. El encontronazo de su vida profesional y privada le conducen a una dramática encrucijada.