Según Manolito Gafotas, para escribir una autobiografía hay que tener mucho valor, sacar los trapos sucios y estar dispuesto a mostrar las dos caras (no sólo la buena) de nosotros mismos y de toda nuestra familia, aun a riesgo de destruir nuestra imagen pública. Sin embargo, como comprobará Manolito en sus propias carnes, la verdad no es tan fácil de descubrir. A veces nos hacemos ilusiones infundadas y otras veces la confusión es tal que no sabemos si estamos soñando o si estamos despiertos. Lo que seguro es verdad de la buena es que Los trapos sucios recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1998.«Una de esas escritoras que parecen meterse en los cuerpos de los personajes con una naturalidad pegada a las aceras. Con su oído atento y callejero, hace malabares con el lenguaje, con la psicología infantil y el palpitar de la gente común», Jesús Ruiz Mantilla, Babelia.«Lo extraordinario de Manolito es que en él no sólo encontramos aromas de los héroes de la literatura infantil y juvenil universal, sino también de otros grandes de la literatura adulta», El País. «Uno de los niños más queridos de la literatura española», Vanity Fair.