Esta obra maestra va sobre un príncipe que, de tanto leer cuentos de hadas, se cree un príncipe azul. Su padre, el Rey, para hacerle ver que la vida no tiene que ver con los libros que el príncipe lee, le encomienda emprender un viaje para sacarlo de su engaño. Pero en el trascurso del viaje, el príncipe lo confunde todo con seres fantasiosos y situaciones como las que ha leído en sus libros de cuentos. Una vieja es un hada madrina, un señor gruñón y gordo es un ogro, la hija de un rey es la mejor de las princesas, etc. Parece que el príncipe ha perdido la cabeza completamente, y sus dos acompañantes en el viaje tampoco parecen mucho más cuerdos... Pero al final de su aventura, quizá estaremos de acuerdo con el príncipe cuando dice: «Aprendí que es preciso soñar cosas bellas para realizar cosas buenas. ¡Gloria a mis cuentos de hadas! ¡No maldeciré nunca de ellos! ¡Felices los que saben hacer de su vida un bello cuento!».