Durante mucho tiempo se ha creído que la prosperidad del ser humano había aumentado gradualmente en el transcurso de la historia. Sin embargo, se trata de una distorsión, porque este avance no se tradujo en absoluto en mejoras en la calidad de vida. ¿Por qué el ser humano vivió estancado la mayor parte de su existencia? ¿Qué encendió la mecha de la enorme transformación de nuestros niveles de vida hace tan solo doscientos años? ¿Y por qué ese progreso ha derivado en una brecha de desigualdad tan grande en el mundo?