«Yo ahora lo sé. Creí a los que regresaron de la primera vuelta al mundo…, a los de la expedición Magallanes. Pero Juan Sebastián Elcano me mintió. Yo, discípulo del cronista más poderoso del imperio de Carlos V, confié en su palabra y me engañó. He tratado de conocer la verdad. He luchado por ella. Pero resulta demasiado grande, demasiado peligrosa… aun para alguien tan ambicioso como yo. Solo me queda la pluma para desnudarlos a todos con mis palabras antes de que sea demasiado tarde.»