En América Latina, literatura y compromiso han ido tradicionalmente de la mano. Mauricio Rosencof El Ruso y Eleuterio Fernández Huidobro El Ñato, los autores de uno de los relatos de tortura más estremecedores que se conocen, y sus compañeros tupamaros, como José Pepe Mujica, Jorge Zabalza o Raúl Sendic, son otro ejemplo de ello, y su testimonio militante toma la forma de libro excepcional difundido ya por todo el mundo, incluso en forma de película. En su presentación, Eduardo Galeano nos dice que esta obra celebra la victoria de la palabra humana. Los protagonistas de estos testimonios de tortura, cárcel y sufrimiento consiguieron comunicarse a través de los muros, a golpe de nudillo, transmitiéndose mensajes, poemas y esperanzas, que ahora recogen en este libro. Esta experiencia representa, a su vez, la astucia, la dignidad, el alma cimarrona de una gran generación del Cono Sur americano que fue segada por las dictaduras militares.