Publicado en inglés en 1981, fue el primer libro en solitario de Carme Solé y, según la propia autora, tiene su origen en un viaje a Venecia donde le llamó la atención la imagen de un niño con un paraguas abierto y un ramo de flores en mano. Así nació este álbum, de texto mínimo y tono poético que dialoga con las ilustraciones para trasladar a lectores y lectoras un poderoso y necesario mensaje de cooperación, respeto a la naturaleza y antibelicismo. Kalandraka recupera este título para añadir a su catálogo una obra más de esta gran autora catalana recientemente galardonada con la Medalla de Oro de las Bellas Artes.