La pandemia de coronavirus lo ha trastocado todo: ha modificado hábitos, exasperado estados de ánimo y dificultado aún más la vida de los desfavorecidos. También ha afectado al comisario Jaritos, quien vuelve a investigar en dos de los relatos que componen este volumen. cuando lo confinen por un contacto positivo cercano, tendrá que lidiar con asesinos, con la informática (para investigar sin moverse de su domicilio)… y con su mujer, Adrianí, que parece desenvolverse en todo mejor que él. Sin embargo, la situación se ha ensañado en particular con los más vulnerables: a ellos les dedica Márkaris relatos inolvidables, como el protagonizado por los vagabundos Platón, Sócrates y Pericles, o por dos sintecho que solo encuentran solidaridad entre otros desfavorecidos. Una historia de rivalidad entre un restaurante griego y otro turco en Alemania abre de nuevo las puertas a la esperanza, que contrasta con el terror de quienes ven naufragar sus negocios tras décadas de esfuerzos. Los relatos se cierran con una íntima y entrañable rememoración de la isla de Jalki, donde creció Petros Márkaris.