Un niño y su abuelo pescan un tiburón. Como es demasiado grande para compartir la pecera con un pececillo verde llamado Osvaldo, deciden que lo mejor es que el tiburón duerma en la bañera, con el agua siempre limpia y salada. El niño decide llevar el tiburón a la escuela para mostrarlo a sus amigos. Creía que era una idea fantástica pero torno en catastrófica pues el escualo mordió los semáforos, las mochilas... Y esto solo acaba de empezar...