Ser o no ser madre, esa es la cuestión para tantas y tantas mujeres...Esta es la historia de María Fernández-Miranda, pero también de otrasmujeres como Soledad Lorenzo, Rosa Montero, Maribel Verdú, MamenMendizábal, Carmen Ruiz, Inka Martí, Paula Vázquez, Almudena Fernández,Sandra Ibarra y Alaska, que explican por qué no son madres con la esperanza de que un futuro cercano ninguna mujer tenga que darexplicaciones al respecto.«Junto a tantas supermadres, también hay mujeres (cada vez más) que noquieren tener hijos, y hay mujeres que no pueden tener hijos. Yo hepertenecido a ambos bandos [...]. Y en este proceso de aceptación sólome ha ayudado una cosa: escuchar a las que se encuentran en mi mismobarco, a las que por distintas razones no han podido o no han queridotener descendencia. Lo que pasa es que me ha costado encontrarlas,porque casi todas están calladas, sepultadas bajo la avalancha de blogs,libros y tuits que machaconamente debatensobre pañales y biberones,como si nunca antes en la historia de la humanidad hubiesen existido las mujeres que dan a luz. Y yo mepregunto: ¿acaso no ha llegado la hora de que nosotras también expresemos cómo nos sentimos?»María Fernández-MirandaLos seres humanos nacen, crecen, se reproducen y mueren, nos hacíanrepetir en clase. Pero las estadísticas afirman que casi un 30%de lasmujeres nacidas en la década de los 70 no tendrá hijos. Un colectivo tannumeroso como poco visibilizado, que ni siquiera cuenta con un nombrepropio para definirse y tiene que hacerlo desde la negación: no madres.María Fernández-Miranda nunca sintió eso que llaman instinto maternal y,sin embargo, se sometió a siete fecundaciones in vitro. Esta experienciale hizo reflexionar acerca de los motivos por los que tenemos hijos ytomar conciencia de los tópicos que convierten la maternidad en destinoineludible para toda mujer. Un valioso aprendizaje en el que descubrióque no estaba sola, sino que las no madres habían permanecido calladas por demasiado tiempo.Y consiguió que su historia individual se transformase en un relato coral en el que Soledad Lorenzo, Rosa Montero, Maribel Verdú, MamenMendizábal, Carmen Ruiz, Inka Martí, Paula Vázquez, Almudena Fernández, Sandra Ibarra y Alaska le prestan su voz para reivindicar elderecho a no ser juzgadas. Porque este no es un libro en contra de lamaternidad, sino en defensa de la libertad de elección. Ser no madre noconstituye ninguna anomalía y ellas son el mejor ejemplo posible de quecuando la puerta de la maternidad se cierra (o ni siquiera se abre), loque queda no es el vacío, sino la posibilidad de desarrollar una vida diferente,feliz y completa.